Saludos camarada, tómate una birra, sientate, y escucha las historias que te traigo de tierras lejanas.

Como sabrás, el fin de semana pasado, se celebró en Getafe uno de los acontecimientos religiosos más grandes del país. 40.000 personas provenientes de todos los reinos del continente se reunieron en el lugar para presenciar, durante dos dias, las misas de los dioses más conocidos del mundo entero. Yo no podia faltar.

El viernes bien temprano salí de la isla con Juanlu, un camarada local, y me dirigí a Madrid, donde me reuní con el resto de la cuadrilla: sir Adri el Generoso y sus dos compañeros, Carlos y Xavi. Emprendimos un viage desde allí hasta el campamento base, donde instalamos nuestras tiendas y acto seguido empezamos a embriagarnos. Comimos y nos largamos al estadio donde se celebrarian las misas.
Se trataba de un enorme recinto, con dos enormes altares desde los que retumbaba todo el lugar. Ese dia nos conmovieron las actuaciones de Serj Tankian, Millencollin y Offspring. Pero nada nos podria preparar para lo que se nos avecinaba en el concierto de Rage Against the Machine: nos colocamos en posiciones cercanas al altar, y esperamos, mucho, a que aparecieran. Al hacerlo vestidos con monos naranjas y encapuchados, la enfurecide multitud empezó a removerse. Nos vimos pues sumergidos en un mar de empujones, codazos, patadas y puñetazos, y yo fuí herido en las costillas por un dopado fiel al que perdí enseguida de vista. Estando rodeados de este tipo de fieles, uno de los compañeros de sir Adri el Generoso quiso salir de la movida, asi que para no abandonarlo a su suerte nos retiramos todos a una zona más tranquila desde la que disfrutamos del resto del concierto.
Al acabar este, estábamos tan exhaustos y tan sedientos que decidimos volver al campamento a reponer fuerzas para el siguiente dia. He de destacar que me sentí muy altivo cuando, de camino a la salida situada cerca del otro altar, vi a los Queens of the Stone Age tocar, y pasé de largo.

Bueno, amigo, tómate otra que esto va para largo. Aqui tienes.

Al dia siguiente, nos despertamos con poca resaca (se me ha olvidado contarte el abusivo precio de los líquidos emborrachadores dentro del recinto, unos 8 doblones por cubata o litro de cerveza o calimocho). Desayunamos, de un caldo caliente que nos quitó el frio que nos entró en el cuerpo durante la noche, y decidimos desplazarnos a un mercado local donde adquirir vino y cerveza a un precio razonable. Comimos, volvimos al campamento y empezamos a beber. A media tarde, cuando ya estábamos en un tono decente y empezaban los conciertos decentes nos dirigimos al recinto. Allí disfrutamos de la actuación de Soilwork, un grupo bastante trallero, y nos quedamos allí para guardar sitio para los Dioses Metallicos. Más o menos una hora después de Soilwork, se subió al altar la moza de Within Temptation. Debido a que la mayoria de fieles, al igual que nosotros, tansolo estaban en el lugar para tener una posicion privilegiada en el siguiente concierto, los únicos coros que se oian eran "morena, morena, enseñanos las tetas", y similares. Al terminar sus góticas melodias seguimos esperando en el lugar, increíble, habíamos logrado estar en décima fila.

Sin embargo poco importaría eso en cuando los Dioses Metallicos subieron al altar. La multitud enloqueció. Los empujones y golpes de RATM no eran comparables a los de Metallica (cabe decir que en RATM no estábamos tan cerca). De repente, cuando empezaron a sonar sus acordes de acero, el movimiento de la masa de fieles hizo separarme de mis compañeros, perdiéndolos para el resto del concierto. Pero poco me importó, pues gracias a eso, conseguí estar un buen rato en las primeras posiciones del frente, teniendo a los ídolos a tansolo unos pocos metros. Sin embargo, mi cuerpo no aguantaría mucho tiempo allí. La presión ejercida sobre mi por los demás fieles era asfixiante, y un codazo en la cara que dobló mis lentes me hizo decidir salir del frente. Así que esperé a que terminara la canción y me retiré a una zona más segura donde disfrutar del resto del concierto. Desde una distancia algo peor pero más tranquila, vibré con el delirium tremens de fuego, explosiones y chillidos que los Metallica nos tenian preparado.
Al acabar el concierto, exháusto, me dirigí hacia la salida, donde me reencontré con mis perdidos camaradas, con quienes me dirigí al campamento para desmontar nuestro pabellón y partir hacia el hogar, donde por fin, podria descansar.

Y eso es todo. Espero que hayas disfrutado de la historia la mitad que yo contándoltela. Ahora si no te importa me iré a reponer fuerzas pues he gastado demasiadas en demasiado poco tiempo.
Hasta la vista!