Gran Torrada Medieval  

Posted by sir Andreu Heineken I de Arcadia:


Saludos viajero. ¿Que te sirvo? ¿cerveza, vino, hidromiel, sangría, sidra? Tómalo, deleita tu sedienta garganta. ¿Que que nuevas hay? pues no muchas la verdad.

En Arcadia estamos todos muy atareados en estos dias, pues se aproxima un gran evento que es la Gran Torrada Medieval que se celebra en el campo el próximo fin de semana. El evento no es nada del otro mundo: comida torrada, cerveza y sangria a mansalva, musiquilla folk y camaradas pasándolo en grande jugando, cantando, comiendo y bebiendo. Bueno, supongo que habrás visto el letrero que lo anuncia al entrar, pegado a la puerta.


El plan consiste en reunirse todos en mis tierras, y que cada cuál, ataviado con sus mejores galas, se traiga su carne y bebida y que entre todos montemos una buena comilona, y después de comer, quizás jugar a las cartas, contar historias o cantar viejas canciones.

Por supuesto estás invitado a venir, tansolo debes conseguir un sitio en la caravana que montamos par ir hasta mis tierras, pues son un lugar estrategicamente escondido y aun con la ayuda de un mapa es difícil llegar.

Esperemos que todo salga bien y no nos llueva ni nada por el estilo, ¡que el Gran Grifo de Arcadia así lo disponga!

De vuelta al hogar  

Posted by sir Andreu Heineken I de Arcadia:

Hey, buenas, bienvenido.

Efectivamente, la guerra ya terminó y estamos todos de vuelta al hogar.

Si quieres puedes quitarle el polvo a una de las mesas del fondo y te traeré una jarra, o puedes sentarte aqui en la barra y escuchar las grandes historias que traigo de la guerra, como prefieras.
Tómala entonces y escucha:

Como sabrás, muchos de nosotros, nos alistamos en los ejercitos de Arcadia para tomar parte en la campaña prevista para estas fechas. Su objetivo era sofocar las rebeliones de dos provincias conflictivas, reconquistar unos territorios norteños y expandir la frontera hasta donde fuese posible.

Partimos de aqui hace ya muchas semanas, y caminamos y caminamos, hasta que llegamos a los territorios rebeldes. Allí la batalla fué dura, muchos de los nuestros cayeron, sin embargo ganamos gloriosa y honorablemente pues conocíamos los andares del enemigo y supimos dónde atizar con dureza. Estuvimos varios días festejándolo con vino y absenta. Gran error. A la siguiente batalla, más allá de la actual frontera, no se la puede llamar siquiera batalla, eso fué una masacre:

Estando yo en el aire a lomos de mi fiel grifo rojo vi como despedazaban la infanteria. Las cabezas y algunas extremidades se alzaban decenas de pies del suelo, así que nos fue encomendado hacer una carga en picado, que suele ser devastadora para el enemigo. Al parecer fué como pretender tumbar una puerta de hierro de un palmo y medio de grosor usando solo palillos de hurgarse en los dientes. Lo siguiente que recuerdo es despertar encima de mi fiel grifo rojo, cubierto de sangre volviendo hacia el campamento, acompañado de una tropa de malheridos guerreros con la cabeza gacha.

Los comandantes decidieron que con el estado de las tropas no cabia la posibilidad de volver a atacar, así que acordaron regresar a la Ciudad y recuperar la fuerza perdida pues nos seria necesaria para dentro de tres o cuatro meses. Ya volveremos al norte en Setiembre. Ayer, al atardecer entramos por la puerta norte, la gente nos recibió como héroes, a pesar de haber sido derrotados y haber creado muchas viudas. Esto me bastó para quitarme la tristeza que me habia acompañado durante la marcha.

Y esta mañana, he abierto la taberna que dejé cerrada a cal y canto hace tanto tiempo. Me ha alegrado ver que todo está tal cual lo dejé (con un poco más de polvo de lo que es habitual).

Ahora si no te importa empezaré a limpiar las mesas y sillas pues esta noche se prevé concurrida la taberna.
Hasta más ver camarada!