Una lágrima  

Posted by sir Andreu Heineken I de Arcadia:

La historia que hoy os voy a contar, no es de ningún viajero de tierras lejanas, ni de ningún valeroso noble, ni siquiera de un transeunte borracho. Bueno, tal vez lo último si, almenos un poco. La historia que hoy os voy a contar es mia propia, la triste historia de mi corcel. Dejad que os cuente:

Eran tiempos antiguos, cuando no se veia cana alguna en mi corta melena, cuando siendo yo mozo, recien llegado a la edad adulta fuí convocado por mis ancestros. Era la hora de pasar La Prueba. En la que demostraria que era merecedor de cabalgar la mejor de todas las monturas. Así que entrené, dia y noche durante ya no se cuanto tiempo entrené, y llegado el dia triunfé, con lo que me fué entregado el premio, un grifo a lomos del cual tenia el privilegio de cabalgar.

Era un magnífico grifo rojo, una especie muy extraña hoy en dia: se trata de una raza algo mas pequeña que los grifos imperiales que suelen montar los caballeros de Arcadia, y tambien algo menos fuertes en combate, pero su fama es debida a su resistencia y su inquebrantable lealtad.

Enseguida nos hicimos coleguillas, volábamos aqui y allá, manteniamos discusiones sobre la superioridad de fermentados o destilados, y confraternizó muy bien con muchos de mis camaradas. De vez en cuando ¿porque no? luchábamos en alguna batalla. Eran dias felices, muy felices.

Sin embargo, la sombra se cernió sobre esta felicidad, cuando hace unos cuantos años le encontraron una rara enfermedad que podia ser fatal para él. Después de cada gran batalla sus plumas, normalmente rojizas se ensombrecían, pero al cabo de unas semanas se recuperaba. Tenia caídas y temporadas en las que parecia que estaba totalmente curado en las que podia hablar y volar como si nada. Sin embargo esa enfermedad seguia creciendo en su interior...

Ahora mismo se encuentra el pobre en una de esas caidas, yo diria que es la peor que le he visto. Realmente veo difícil que se recupere. Pero no voy a perder la esperanza. Sabe el Gran Grifo que he hecho cuanto estaba en mi mano para salvarlo y ahora lo único que puedo hacer el pedirle ayuda a Él.

Así que viajero, te pido que mires al cielo y que me acompañes en la oración:

A vuestra grandeza yo me dirijo,
a vós que sois el poderoso
a vós os pido una mano
que sois de los grifos el majestuoso.

Os pido que bajéis de los cielos
donde gobernáis con gloria
ayudéis a nuestro camarada
pues necesita de vuestra misericordia.

¡Que el Gran Grifo escuche nuestros ruegos!

This entry was posted on 03 octubre 2007 at 12:17 p. m. . You can follow any responses to this entry through the comments feed .

3 comentarios

Jo, con lo que me gustaba volar a lomos de tu grifo... Esperemos todos que sea una falsa alarma :S

3 de octubre de 2007, 14:29

Enguany ho aprovaràs tot i el bitxo tornarà a estar entre les teves cuixes ^_^

3 de octubre de 2007, 15:38

Bendito sea el grifo de Sir Andreu, tan pequeño por fuera como valeroso por dentro.

¿A cuántas aventuras nos habrá guiado con paso firme y sin dudar un instante? Cada noche que al volver de una incursión nos lo encontrábamos apaciblemente dormido y nos conducía sin quejarse hasta nuestra morada era una bendición para el alma.

Recemos por él. Si ha llegado su hora, que descanse con honor, igual que vivió.

4 de octubre de 2007, 11:26

Publicar un comentario